Meritocracia y capitalismo

Según el premio Nobel en Economía Joseph Stiglitz, el 90% de las personas que nacen pobres mueren pobres, mientras que el 90% de las que nacen ricas mueren ricas. Este concepto parece desarmar la idea de la meritocracia como factor de movilidad social. Si bien el concepto meritocracia tiene varias interpretaciones, desde la perspectiva capitalista se lo plantea como un ideal por el cual luchar. Sin embargo, capitalismo y meritocracia son totalmente incompatibles. El capitalismo y su respectiva acumulación de la riqueza (y acumulación de la pobreza), hacen que las condiciones socioeconómicas de las distintas clases sociales sean muy desiguales. Y cuando estas condiciones son desiguales, no puede existir la meritocracia, ya que una persona que hace mucho mérito partiendo de la pobreza, seguramente no pueda salir. Mientras que una persona rica, haciendo poco mérito, seguramente mantenga sus condiciones durante toda su vida.
El mérito puede servir como un elemento para contribuir al crecimiento de la sociedad. Sin embargo, hay otros factores mucho más importantes, como lo solidaridad, la justicia, la igualdad para que una sociedad avance. Para aprovechar el potencial humano de cada individuo, es importante que los mismos reciban las mismas oportunidades, desde la salud, la educación, una vivienda digna, posibilidades de desarrollo en el mundo laboral y profesional.
En otras palabras, lo que se requiere es un mundo de igualdad de oportunidades en un entorno equitativo, y para ello se precisa que exista un Estado que garantice estos derechos, y no, tal como propone el capitalismo, que los recursos se asignen a partir de la mano invisible de un mercado manejado por aquellos que más tienen.

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