IMPSA – Una empresa cuyana, la primera privatizada en la era Milei

La empresa, con intereses en San Juan, fue adquirida por una norteamericana, única oferente en el proceso de privatización.

Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA), con sede en Mendoza, se convirtió en la primera empresa privatizada en la era de Javier Milei. quien se quedó con esta empresa clave en el desarrollo de energías renovables, hidráulica y nuclear, es la estadounidense ARC Energy, que presentó la única propuesta de adquisición.

En manos de la empresa norteamericana, que deberá capitalizar IMPSA con 25 millones de dólares (requisito de la licitación) estará la suerte correrán los 700 trabajadores, muchos de ellos mano de obra altamente calificada.

IMPSA tenía una importante mayoría accionaria estatal: el 63,7% correspondía al Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep), mientras que un 21,2% a la provincia de Mendoza.

La privatización fue facilitada por el radicalismo mendocino que, aliado con La Libertad Avanza, aprobó el en Senado provincial una ley para autorizar la cesión de acciones.

La empresa se privatiza luego de meses en los que, tras la intervención estatal, logró aumentar su facturación.

IMPSA, fundada en Mendoza hace más de un siglo, ha sido una referencia internacional en diseño y fabricación de turbinas hidráulicas y componentes para centrales nucleares y de energía renovable. Su rol en el desarrollo de componentes de alta precisión ha sido esencial para los proyectos de energía nuclear en Argentina, como los reactores CAREM, que son pioneros a nivel mundial y cuyos proyectos frenó el gobierno libertario, en el marco del proceso de ajuste, al que en el gobierno llaman «motosierra».

IMPSA y San Juan

La relación entre IMPSA y San Juan es estrecha. Tuvo momentos de enfrentamientos, con cantidad de juicios de la empresa a la provincia por licitaciones (ver nota relacionada), y se encargó de la reactivación de la turbina del Dique de Ullum, en 2023.

Además, IMPSA iba a construir la turbina del Dique El Tambolar, hoy en el limbo en el que se encuentran todas las grandes obras públicas en el territorio nacional.

Por Guido Berrini

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